La formación del Estado en la Argentina: 1853-1880

Título

La formación del Estado en la Argentina: 1853-1880

Descripción

Cuadernillo con información, imágenes y actividades para conocer algunas de las transformaciones económicas, políticas, sociales y espaciales que generó la organización del Estado argentino.
Este material es parte de la Serie Horizontes, Ciencias Sociales 3. Si bien fue desarrollado para el ciclo básico de educación secundaria en escuelas rurales, la calidad del mismo promueve su utilización tanto como bibliografía para el docente o para ser utilizado con los alumnos tras su conveniente adaptación para adecuarlo a la edad de ellos.

Autor

Dujovney, Silvia
Bachmann, Lía
Benadiba, Laura
Correale, María del Carmen

Editor

Ministerio de Educación Ciencia y Tecnología de la Nación

Tipo

Guía de estudio

Formato

pdf

Fuente

Cuaderno de estudio. Ciencias Sociales 3 - Serie Horizontes. Ciclo Básico de Educación Secundaria. Escuelas Rurales

Fecha

2009

Bloque de contenidos del Diseño Curricular CABA

Ciclo

Segundo ciclo

Grado

Texto

Los acontecimientos que se produjeron luego de la caída de Rosas aceleraron los tiempos políticos. La sanción de la Constitución Nacional, en 1853, fue el primer paso para la definitiva organización del Estado Nacional. Sin embargo, durante el período 1852-1880 quedaban aún muchos problemas por resolver. Durante las presidencias constitucionales que se sucedieron entre 1862 y 1880, se desarrollaron diferentes procesos que confluyeron en la definitiva constitución, organización y modernización del Estado Nacional. En el aspecto económico, la Argentina se consolidó como productora de materias primas para la exportación. Así, desde mediados del siglo XIX, los capitales extranjeros, principalmente ingleses, crearon las condiciones para el desarrollo de la producción. Por ello, esos capitales fueron invertidos para la construcción de ferrocarriles que permitirían la incorporación de nuevas zonas productoras de materias primas. En los planes orientados a lograr una rápida modernización del país, los aspectos relacionados con la población ocuparon un lugar fundamental a partir de la segunda mitad del siglo XIX. Por un lado, había que fomentar la agricultura y la ganadería y, por otro, asegurar una red de transportes como etapa previa a la industrialización. Para alcanzar ambos objetivos, era necesario poblar las grandes extensiones de tierras arrebatadas a los indígenas y transformarlas así en un factor impulsor de la economía. Con una población escasa y repartida de manera desigual, la atracción de contingentes de inmigrantes fue considerada la solución más rápida y efectiva.